Con el fin de recordar más fácilmente todas nuestras contraseñas personales, cometemos muchos errores:
● Solemos utilizar la misma contraseña para todos los servicios. De esta manera, cada vez que facilitamos dicha contraseña al crear una nueva cuenta de correo, o cuando hackean alguno de nuestros servicios, estamos permitiendo que accedan automáticamente a los demás.
● Utilizamos casi siempre contraseñas cortas. Es un error, pues cuanto más largas sean las contraseñas, más difíciles serán de desencriptar. Se recomienda que tengan al menos ocho caracteres.
● Las contraseñas que usamos suelen tener que ver con nosotros. Es habitual que se utilicen las fechas de cumpleaños o aniversarios, nombres de familiares, etc. Cualquier ataque malintencionado realiza pruebas de contraseña con este tipo de datos.
● Acostumbramos a utilizar solo números o solo letras en nuestras contraseñas, lo que facilita mucho la tarea de desencriptación.