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6.3. GROOMING

¿Qué es?

Bajo el nombre de grooming se incluye toda actividad llevada a cabo por cualquier usuario adulto que intenta contactar con menores con fines sexuales. Normalmente los objetivos son conseguir imágenes del menor desnudo o realizando actos sexuales mediante la cámara web del propio ordenador de la víctima, aunque también puede perseguir establecer un contacto directo con finalidad sexual con el menor.

Por tanto, es una forma de acoso, pero en este caso el fin perseguido es la satisfacción sexual del acosador, quien al principio contactará con la víctima haciéndose pasar por otra persona, entablando entonces una relación más estrecha con ella, hasta que llega a convencerla para realizar fotografías comprometidas. Entonces se inicia una fase cruel de chantaje donde el menor es amenazado con difundir las imágenes (sextorsión) si no cumple los caprichos del acosador, quien en casos extremos puede exigir una cita con el menor.

 

¿Se puede prevenir?

Existen algunas recomendaciones para evitar esta situación.

Para el menor:

• Usar perfiles privados en redes sociales.

• No aceptar invitaciones, contactos o comunicaciones de personas que no conozca personalmente.

• No revelar datos personales íntimos ni mostrar imágenes o vídeos propios o de amigos en webs o plataformas públicas.

• No aceptar mensajes de contenido pornográfico o sexual.

• En ningún caso posar para fotos o grabaciones de vídeo de contenido sexual, o de tono comprometido, incluso si tienen como destino amigos o amigas cercanos.

• En el caso de ser víctima de grooming, no aceptar el chantaje ni eliminar las pruebas.

Para los padres/madres:

• Hablar abiertamente del tema con el menor, explicándole en qué consiste el acoso sexual.

• Advertirles de los peligros de hacer públicos sus perfiles en redes sociales, datos personales o imágenes y vídeos comprometidos.

• Hacerles ver que la webcam no es imprescindible para usar la red y que, en caso de usarla, lo hagan con prudencia.

• Insistir en la idea de que en la red no se debe hacer nada que no se haría en la vida real.

• Aconsejarles sobre el riesgo de aceptar amistades que no conocen en persona.

• Estar atentos sobre la actividad del menor en la red:

o Si pasa muchas horas y si lo hace por la noche.

o Si se encuentran archivos multimedia pornográficos en su ordenador.

o Si el menor se comporta de forma extraña, se aísla, no sale ya con sus amigos, presenta síntomas físicos de difícil explicación o sufre una brusca alteración de su rendimiento escolar.

• Comprobar si el menor accede a internet en lugares diferentes al hogar e intentar que explique el motivo.

• Generar en el menor la suficiente confianza para que solicite ayuda en caso de ser víctima de acoso sexual.

• No borrar nunca las pruebas del delito.

¿Qué hacer?

Para los menores:

• Ante los primeros síntomas de acoso, pedir ayuda a los padres explicando todo

lo sufrido.

Para los padres o educadores:

• Comprobar que lo que cuenta el menor es cierto, para lo que es necesario recabar toda la información posible, analizando qué actividad ha desarrollado el acosador y cuál es constitutiva de delito y demostrable.

• Recopilar todas las pruebas de la actividad del acosador: mensajes, multimedia...

• Denunciar el caso.

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